
En las economías emergentes, las aduanas son responsables de recaudar más del 53% del IVA, mientras que en los países de bajos ingresos este porcentaje alcanza el 43%. Además de su función recaudatoria, desempeñan un papel clave en la recopilación de estadísticas esenciales para la balanza de pagos y en la formulación de políticas fiscales y comerciales.
Las aduanas también garantizan el cumplimiento de normas de seguridad y contribuyen a la lucha contra el terrorismo y el blanqueo de capitales. Asimismo, aseguran la correcta aplicación de beneficios arancelarios y protegen a la industria nacional al prevenir abusos de incentivos diseñados para atraer inversiones y mejorar la competitividad. De esta manera, las aduanas se consolidan como un pilar fundamental para el desarrollo económico sostenible.