
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el comercio exterior de México estuvo marcado por la renegociación del T-MEC, que brindó estabilidad a sectores clave como el automotriz y agroindustrial, posicionando a México en el top ten de naciones exportadoras. Sin embargo, su enfoque nacionalista generó tensiones, especialmente en el sector energético. López Obrador también trasladó el control de las aduanas a las fuerzas armadas para combatir la corrupción, logrando avances en seguridad y recaudación. A nivel logístico, impulsó proyectos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, aunque enfrentaron retrasos y polémicas. El balance es positivo, pero quedan desafíos en infraestructura y coordinación aduanera para la nueva administración.