
Desde 2020, una empresa portuguesa habría estado importando bicicletas eléctricas desmontadas desde China con el fin de simular el ingreso de partes sueltas y así evadir aranceles aplicables a productos ensamblados.
Las bicicletas eran diseñadas y producidas en China, por encargo de distribuidores europeos, y posteriormente ensambladas y comercializadas en la Unión Europea.
La Fiscalía Europea (EPPO) investiga un esquema de evasión de derechos antidumping en la importación de estas e-bikes. El operativo, denominado #Pedelecs, incluyó 16 registros en Bélgica, Alemania, Países Bajos y Portugal.
Este caso revela cómo la manipulación deliberada de declaraciones aduaneras puede distorsionar el comercio justo, en perjuicio de los productores que sí cumplen con la ley. La vigilancia aduanera sigue siendo un pilar esencial en la protección de los mercados legales.